El Laboratorio de desarrollo de videojuegos que celebramos el pasado viernes en el Centro Cívico da Cidade Vella fue una de las actividades con mayor acogida de las celebradas este otoño en el LAIC. Más de 20 personas de distintos perfiles (programadoras, diseñadores, docentes, guionistas y gamers de todo tipo) se juntaron para participar en este laboratorio facilitado por la asociación Monkey Laboratory (MOLAB), creada por estudantes de las facultades de Comunicación Audiovisual y de Informática de la UDC para dar salida a su pasión por la creación de videojuegos.

La sesión empezó con Aida, Mapache, Andrea y Abraham de MOLAB haciendo una introducción a los videojuegos a los distintos géneros, tipologías y formas de narrar y diseñar una historia interactiva, además de los diferentes lugares que pueden ocupar en la industria, desde la triple A (la de aquellos juegos hechos por las grandes empresas, con presupuestos millonarios) hasta los creados en el ámbito independiente. En esta tesitura pusieron los de MOLAB a los participantes cuando les presentaron el ejercicio que tenían que hacer: tenían que juntarse en equipos de 4-5 personas para crear su estudio indie y desarrollar el concepto de un videojuego con las siguientes características:

  • Scroll de plataformas
  • 1 protagonista (humanoide o no)
  • Mínimo 3 clases de enemigos
  • Estilo libre de arte
  • 2D o 3D

Así, se crearon 5 equipos y se pusieron manos a la obra. Tras más de 2 horas de trabajo, cada equipo presentó al resto del grupo los resultados. El primeiro fue «Casimira Ataca», de Sintrom Studios, la aventura gráfica de una abuela para poder llegar al doctor e coger las pastillas que necesita. A continuación el estudio M’LOOP presentó un juego en el que el «Señor Pala» tendrá que luchar contra los topos furiosos para arreglar su tuneladora. Luego 5XEN Studio presentó «Neboada», una aventura gráfica de combate protagonizada por un guarda forestal en los montes de O Cebreiro, y Estudio Palleiro mostró su juego protagonizado por perros. Finalmente Estudio No presentó «Invader Space», un casual game al estilo del Space Invader en el que se invierten las tornas.

Destacó mucho la alta calidad de los cinco conceptos de videojuego, creados de cero en un par de horas, y quedaron ganas de seguirlos desarrollando, al menos hasta hacer un prototipo funcional. De todos modos este fue un inicio, que demostró todo lo que se puede hacer pensando juntos en poco tiempo, y que da una idea de lo que se puede hacer con tiempo, recursos y más formación. La creatividad ya la tenemos.

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