La programación del LAIC, que durante los meses de octubre y noviembre exploró las nuevas prácticas de creación, distribución y promoción audiovisual en internet, incluyó un laboratorio transmedia que, con el título «A Coruña rebelde», quiso experimentar en torno a los archivos multimedia de la ciudad, la idea de repositorio abierto y las posibilidades de tecnologías emergentes como la realidad aumentada para dar una nueva vida y uso a estos archivos.
Para esto se realizaron dos actividades en fines de semana consecutivos: el archivatón y el hackatón. En el archivatón, celebrado el 27 y 28 de octubre, coincidiendo con el Día mundial del patrimonio audiovisual, se hizo un trabajo de recopilación de archivos multimedia relacionados de forma más o menos directa con la idea de «A Coruña rebelde», con el objetivo de crear un repositorio abierto en The Internet Archive bajo este título. The Internet Archive es una plataforma que se define como una «biblioteca digital» que guarda en formatos abiertos sitios web, imágenes, libros, películas, fotografías y cualquier contenido que los usuarios quieran subir a su web. Constituye un ejemplo de buenas prácticas en la digitalización y conservación de materiales culturales y en promover el conocimiento abierto en todo el mundo.
La colección «A Coruña rebelde» está todavía en proceso de construcción, y por ahora cuenta con una treintena de piezas audiovisuales, gráficas y fotografías, algunas con varios siglos de antigüedad, otras parte de la memoria reciente de los movimientos sociales en la ciudad. Las fuentes varían desde catálogos institucionales como el Arquivo do Reino de Galicia o el Centro Galego das Artes da Imaxe, hasta archivos personales o imágenes ya publicadas con licencias abiertas en plataformas como Youtube o Vimeo.
Destacan algunas joyas cedidas por sus autores como el documental «Rock, rock, rock» de Xavier Villaverde, que recoge el primer festival de rock de A Coruña, celebrado en el pabellón de deportes de Riazor en 1980, y donde concursaban varios jóvenes grupos gallegos, entre ellos Siniestro Total, en el que fue su primer concierto. Resultaron descalificados. O el cortometraje «Apatruyando la ciudad», un musical realizado en 1995 por Juan Lesta y Sergio Pereira cuando eran estudiantes de la Escola de Imaxe e Son.
Estos dos son ejemplos de la contracultura en la ciudad, pero también hay manifestaciones, desde la reclamación del Estatuto de Autonomía para Galicia en 1979 hasta las acampadas del 15-M. Y además, imágenes históricas muy conocidas como la de una manifestación de parados en María Pita en los años 20, un grabado de la batalla de Elviña, la foto de la voda de Marcela e Elisa en 1901, y distintas imágenes de principios del siglo XX con obreros, feriantes y otras trabajadoras y trabajadores en la ciudad. Conviene destacar que en la colección también se incluyen diversas imágenes estereoscópicas, muy de moda en aquella época, que no están relacionadas tan directamente con «A Coruña rebelde» pero sirven para ilustrar distintas épocas de la ciudad y pueden dar juego a la hora de trabajar con nuevas tecnologías como la realidad virtual y el 3D. Estas imágenes proceden del Arquivo do Reino de Galicia.
Trasteando con las imágenes aumentadas: geolocalización, animación, gamificación.
A partir de este material se llevó a cabo la segunda parte de este laboratorio transmedia, que fue el hackatón de realidad aumentada que se celebró en el Centro Ágora el 3 y 4 de noviembre. Estuvo facilitado por Toño Cabanelas, ingeniero audiovisual y sonoro, especialista en tecnologías inmersivas como la realidad virtual, aumentada y mixta. Y tuvo como mentor a Berto Yáñez en el desarrollo de interactividad web. Más de 20 personas, muchas de ellas estudiantes de informática, pero también profesionales de la fotografía, de las artes gráficas y de la creación audiovisual, tomaron parte en este hackatón de apenas 12 horas, donde se crearon varios prototipos usando distintas tecnologías.
Para la realidad aumentada se exploró el uso de Vuforia, un software que se pode usar como extensión de Unity, una de las principales plataformas para crear videojuegos y animación en 3D. Esta herramienta permite reconocer una imagen a través de la pantalla del móvil o de la tableta, y crear una capa de información que la modifique o añada contenido a partir de esta imagen. Por ejemplo, colorear la imagen de Elisa y Marcela y hacer que se reproduzca al enfocar la fotografía un vídeo de la bandera LGTB izada en el 2005 en la coraza del Orzán. O coger un fotograma de «Apatruyando la ciudad» de modo que cobre vida reproduciendo una de las secuencias del cortometraje, o animar el grabado de María Pita defendiendo la ciudad. Estos experimentos podéis probarlos si descargáis la app que se hixo en el hackatón, Coruña AR, en este enlace. Con ella podéis probar a pasar el móvil por delante de las imágenes que temos en Archive.org, y deixar que se produzca la magia.
Otra de las demos que se hizo en tiempo record en el hackatón fue María Pita Go!, una aplicación web interactiva muy similar al famosísimo Pokémon Go! en la que la mismísma María Pita, diseñada como una heroína anime, nos guía por la ciudad a partir del mapa. Según avancemos caminando por las calles, irán apareciendo diversos puntos de interés y, clicando en ellos, podremos ver los contenidos multimedia relacionados con «A Coruña rebelde» que se recopilaron en el archivatón. Estos contenidos están convenientemente geolocalizados, según en qué lugar de la ciudade fueron capturadas las imágenes. A medida que con la aplicación las vamos visualizando, podemos ganar puntos en función del interés o la dificultad de encontrar el material. Esta aplicación está en la web y para probarla solo tenéis que ir a este otro enlace. Está optimizado para ver en móviles (que es donde funciona la geolocalización) y el código fuente está disponible en GitHub.
Así, en apenas tres sesiones de trabajo intensivo distinta gente interesada en los archivos y en las tecnologías de realidad aumentada pudieron poner en común ideas y desarrolla prototipos de distintas aplicaciones destinadas a mostrar contenido de formas con las que la gente pueda no solo mirar sino también interactuar, usando los dispositivos que tienen siempre a mano, los teléfonos móviles. Toda una demostración de lo que se puede hacer con este material y esta tecnología en contextos expositivos, de juego, de intervención en la ciudad y en espacios públicos como bibliotecas, archivos y la propia calle.